lunes, 15 de junio de 2015

De como he acabado actuando en la Gran Vía

Aviso de que esta entrada será autobiográfica. Es decir, en lugar de dar consejos o desarrollar teorías como en las anteriores, en esta ocasión hablaré un poco de mi relación con las artes escénicas este verano.

Buenos días/tardes/noches (elige el que se adapte mejor a la hora en la que estés leyendo esto) a todos. 

En este periodo de primavera-verano con tiempo loco que estamos viviendo, he abandonado un poco mis blogs. 
En el caso de este me da algo de pena, porque tengo varias ideas interesantes sobre las que escribir (hay una entrada sobre un nuevo estilo de malabares y otra sobre la evolución del humor que ya están formadas en mi cabeza). Y entonces, si me apetece escribir, y teóricamente tengo más tiempo al haber acabado los exámenes, ¿por qué no lo hago? 

La respuesta es que esta temporada está siendo sorprendentemente fructífera en lo que a actuaciones se refiere. Y a continuación, para que se vea que uno es muy honrado y no se inventa nada, te dejo un breve resumen de las mismas:


Empezando por el Festival de Magia y Artes Afines, que me llevo prácticamente un mes completo desde que finalmente encontré un sitio en el que hacerlo hasta su realización en frente del público. 
De hecho, ni siquiera ha acabado realmente, ya que aún tengo que terminar un breve vídeo resumen de las actuaciones que pudieron grabarse (que lamentablemente no fueron todas, ni se grabaron en calidad óptima).


Continuando con la magia y los malabares, ayer mismo (domingo 14 de Junio) tuve otra actuación, creo que la más caótica que he tenido nunca. 


Niños (uno especialmente) gritando, levantando la mano para salir voluntario (aunque no hubiese pedido voluntarios) y levantando el cuerpo entero para venir hacia mi. Llevaba un guión espléndido, del cual no pude hacer ni la mitad, Y aun así, me lo pasé genial y la gente se marchó muy contenta. 
Creo que si pude con esa actuación, ya puedo con cualquiera.


Pero este verano tengo algunas actuaciones novedosas, que me producen bastante curiosidad (y tienen que ver con el título, que no está puesto solo para engañar y que os metáis a leer). Desde pequeño he realizado obras teatrales y llevo bastantes años realizando espectáculos de magia y/o malabares, pero este año es el primero que realizo actuaciones de baile. 

El bautismo en esto vino el 30 de Mayo, cuando participé con mi clase de baile en un Festival organizado en el Club Las Encinas de Boadilla. Muy buen ambiente, ya que el festival tenía bastante ambiente festivo y se realizaba al aire libre.
Podría daros mi propia opinión acerca de la coreografía, pero afortunadamente se grabó en vídeo, con lo que os lo dejo para que la veáis vosotros mismos.


Y esta experiencia de baile en grupo se repetirá este domingo 21 de Junio, en el Festival de la escuela, que se realiza nada más y nada menos que en el Teatro Rialto, sito en la calle Gran Vía (de ahí el título de la entrada).

Así que, pese a todo lo ya actuado, a día de hoy aún me queda una actuación de baile y dos representaciones de teatro (que se harán en mi escuela el 11 y 12 de Julio).


Y volviendo al inicio de la entrada, esta es la razón por la que este verano no escribiré tanto acerca de teoría escénica, porque estoy teniendo la suerte de estar suficientemente entretenido con la práctica.


PD: Como regalo por haberte leído la entrada hasta al final, te regalo un proyecto secreto que tengo para este verano. Todo apunta a que se viajará bastante por el extranjero, y un artista que se precie nunca viaja sin alguno de sus elementos, así que probablemente por Septiembre salga una recopilación de malabares realizados por distintos puntos de esa gran nación que es Europa.




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