martes, 5 de mayo de 2015

Como organizar el espacio en escena


Originalmente investigué este tema para explicarlo en mi clase de teatro. He transcrito el guión con algunas adaptaciones para publicarlo en el blog.

A la hora de organizar el espacio en escena, ya sea para una representación teatral o un acto mágico (como expliqué aquí), hay que tener en cuenta que existen dos tipos de objetos:

Para situar al espectador en el lugar en que transcurre la acción. Por ejemplo, si hay un muerto en la mitad, es un velatorio. O, si hay un papel en el fondo con la pared de un castillo pintada, pues es un castillo (y si está mal pintado, una obra infantil)

De utilidad práctica en el transcurso de la escena. Si quieres apoyar un libro, necesitarás una mesa; si no, se caerá al suelo. Y lo mismo para las personas, si quieres sentarte, una silla suele ser mejor opción que el aire (a no ser que se trate de alguna escena cómica).


La pregunta es, ¿cómo se sabe que objetos son útiles durante la escena?

En primer lugar, existen objetos que tienen que estar por guión, ya que tienen mucha importancia en la obra. Este es el caso del veneno en Romeo y Julieta, por ejemplo.

Otra ayuda pueden ser las acotaciones. Donde pone "se dirige hacia la mesa" convendría que hubiera una mesa.

Pero hay gente en contra de las acotaciones, que considera que coartan la libertad del actor/director. Lo que no deja de ser cierto. En ese caso mi sugerencia es hacer una primera vez la escena sin ningún elemento e ir anotando mentalmente lo que notas que te falta mientras la realizas. Si en algún momento crees que te vendría bien una silla para sentarte o apoyarte, una mesa para dejar cosas, etc. Al acabar la escena vuelve a realizarla con esos elementos. La mera práctica hará que vayas situando los elementos en el lugar más adecuado para el transcurso de la misma.


También existen dos normas generales, aplicables a la mayoría de escenas y que podrían resumirse en la virtud está en el término medio.

A no ser que la escena o el tipo de teatro lo exijan, el escenario no debería estar vacío. Principalmente porque los objetos nos dan una excusa para movernos e interactuar con ellos, eliminando la monotonía de la escena.

El escenario tampoco debe de estar abarrotado, tanto por simple estética como para evitar  que nos dejen movernos con libertad. Lo ideal sería poder movernos tanto por detrás como por delante del objeto, por lo que hay que evitar arrinconarlos.


Pd. Esto es obvio, pero conviene comentarlo por si acaso. La organización de la escena depende del escenario que tengamos. No podemos montar igual una escena en el Teatro Real que en una sala de microteatro.


Posteriormente la profesora y compañeros de teatro destacaron algunos consejos técnicos más:

Conviene poner los objetos de mayor tamaño más cerca del fondo y los más pequeños más cerca del público (para que no se tapen ni tapen a los actores).

A nivel estético, conviene no ordenar la escenografía siguiendo una cuadrícula (imaginaria). Es más interesante que formen diagonales, ya que da una mayor sensación de dinamismo. Por esta misma razón, si quieres reflejar un espacio excesivamente ordenado y controlado, coloca los elementos en línea.

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