jueves, 5 de marzo de 2015

El paro en escena

Advertencia: esta entrada puede no ser la crítica propagandística a la sociedad que esperas.


Hace unos días vi un fragmento de una entrevista realizada a Daniel Guzmán en La Sexta Noche (que podéis encontrar aquí http://www.lasexta.com/programas/sexta-noche/noticias/daniel-guzman-cobro-euros-funcion-complicado-vivir-dignamente-como-actor_2015022200006.html). En ella, realiza una queja acerca de la situación actual de la industria cultural en España. La cual comparto, en este país la cultura está francamente infravalorada. Pero hubo un momento que me causó un especial interés. A la hora de referirse a su profesión (el teatro) afirmó que existe una tasa de desempleo del 90%.

Bien, esto es como lo de los bancos. Si tú le debes mil euros al banco, tienes un problema, si le debes mil millones, el problema es del banco. Pues si tienes una tasa de paro del 20%, el problema puede ser del Gobierno o la sociedad, pero si es del 90%, está claro que hay un gran problema en la profesión.


El primer problema es la consideración del paro. En este caso no se cuenta como no trabajar, sino como tener que dedicarse a otra cosa. Por un lado esto es lógico, ya que si no el 90% de los actores vivirían en la calle, pero tiene una consecuencia más interesante. Al dedicarte a otra cosa, ganas dinero suficiente para vivir, lo que hace que no necesites desesperadamente trabajar como actor. El hambre agudiza el ingenio, el tener otras salidas, lo adormece. Obviamente, no estoy en contra de que se trabaje de otras cosas y se mantenga el teatro en un segundo plano, pero sí de hacerlo mostrando un constante victimismo por no poder dedicarte a lo que deseas.

Conste que esto no solo me pasa con los actores, cualquier persona que mantiene “sus sueños” en un segundo plano pero llora constantemente por no poder alcanzarlos, me produce cierto rechazo. Apoyo plenamente a los que se sacrifican (dejando los estudios, cierta calidad de vida o cualquier otra cosa) para alcanzarlos o a aquellos que deciden poner por delante otras cosas de su día a día y pasar a considerar lo otro simplemente como un hobby; pero no a los que no se deciden.


El segundo término a tener en cuenta es el de actor. ¿Qué es un actor? ¿Una persona que ha estudiado interpretación pero no está trabajando de ello? ¿o alguien escogido al azar, como el protagonista de El niño, sin ningún conocimiento de la materia pero reconocido por la crítica (y el dinero)?

Personalmente, he conocido a personas con gran calidad en el escenario y que se lo tomaban muy en serio en las clases, que nunca han pensado en dedicarse profesionalmente a ello, y a gente con grandes lagunas en la materia que se autodenominaban actores sin sonrojarse. Yo mismo, sin ir más lejos, acudo a clases de danza e interpretación y estudio sobre el humor, el ilusionismo y otras artes escénicas, pero nunca me consideraría seriamente actor o artista hasta que empezara a trabajar (y buscar activamente trabajo) de ello.

En relación con esto, también considero que alguien que quiera vivir de esto, tiene que trabajárselo. Mucho. No vale con dominar únicamente la actuación (lo que ya es un concepto muy difuso en sí mismo), sino que tienes que ser capaz de interpretar multitud de papeles diferentes, para lo que necesitas unos conocimientos básicos de danza, esgrima, equitación, canto… Y eso si únicamente pretendes dedicarte a la actuación, dejando de lado otras artes escénicas más cercanas al espectáculo.

Y todo será más fácil si eres capaz de romper esa absurda barrera entre “la cultura” y la economía. Si eres capaz de adminístrate con un mínimo de cabeza, poseed unos conocimientos económicos básicos y habilidad para hacer contactos, seguramente te vaya mucho mejor.


Por último, volviendo al problema inicial, es cierto que la industria cultural en este país está muy mal. Pero de ella solo hay una pequeña parte que se va a poder solucionar próximamente. Es cierto que el IVA del 21% es vergonzoso y que con la crisis el consumo de ocio se ha reducido mucho, pero la masificación laboral va a seguir allí. Así que, diversifícate. Actúa, aprende, da cursos, escribe guiones…

Porque no es tan fácil vivir de lo que te gusta, no sólo si eres actor. Y si no, pregunta a informáticos de 50 años que estudiaron.

No hay comentarios:

Publicar un comentario