Muchas veces se dice que el mago
es un actor que hace el papel de un mago. Pero mientras que el actor cuenta con
el apoyo de un guionista para saber qué debe decir y un director para saber
cómo decirlo, el mago teóricamente ha de saber hacer todo esto y además tener
una habilidad excepcional (o unos artilugios muy bonitos). Y lo más curioso es
que muy pocos magos incluyen esto en su formación.
La presencia de un director
artístico es necesaria en cualquier buen acto de magia de escena de larga
duración (no un simple juego, sino un show de alrededor de una hora de
duración). No basta (o no debería) con poner un velador o un maletín con
material en una esquina y ponerse a hacer juegos en el centro del escenario.
Para que sea un verdadero show tiene que haber un buen control del espacio.
Incluso en el stand-up comedy, cuya principal
característica es que el monologuista se encuentra solo con un micrófono y un
taburete en el escenario, los mejores cómicos son aquellos capaces de jugar con
el escenario. Bien con el real, utilizando las escaleras que lo separan del
público, la diferencia de altura, las paredes, etc. o bien con el imaginario,
con ejercicios de mímica, haciendo que el espectador visualiza en su mente
puertas, mobiliario u horizontes (un prado, el skyline de una ciudad…).
De hecho, la mayoría de las
actuaciones de magia residentes en teatros (que se realizan con periodicidad,
no un solo día), poseen una buena escenografía, especialmente las de
mentalismo.
“Pero yo no puedo permitirme un
decorado.”
En todo caso no podrás permitirte
uno fabricado a medida, pero seguro que puedes conseguir uno que te sirva. Una
mesa, un mantel, dos sillas, un cuadro, un sombrerero… Cualquier cosa que te
sirva para dar más efecto a tus juegos o a crear una trama interesante que los
una. Y, teniendo en cuenta los precios de las mesas y maletines de magia, si
puedes permitírtelos, puedes permitirte un escenario completo con objetos
cotidianos. Y solo eso ya le dará a tu espectáculo un toque que lo diferenciará
del 90% del resto.
Pero, aunque no quieras una
escenografía física, recuerda siempre que estás es un escenario y que debes
actuar como tal. Que tienes que poder llenarlo con tu presencia, sentirte cómodo
e interactuar lo máximo posible con él.
Pd: Aunque únicamente haya
hablado del ilusionismo en este artículo, esto es aplicable a todas las artes
escénicas, por ejemplo los malabares. Y como prueba de ello, os dejo dos
ejemplos de espectáculo, uno que utiliza el escenario y otro que no. Juzgad
vosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario